CONFLICTOS INTRA UTERINOS
"Dr Hamer
Basado en su investigación exhaustiva, el" Dr. Hamer "ha establecido que los síntomas del síndrome de Down resultan de choques de conflictos biológicos sufridos por el feto durante el transcurso de su desarrollo embrionario, específicamente durante el primer trimestre del embarazo.
En la psique humana, los "conflictos auditivos" se correlacionan con códigos biológicos antiguos señalando peligros o amenazas potenciales. Durante el embarazo un feto puede sufrir conflictos biológicos tanto como un recién nacido, un bebe, un niño o un adulto. “Conflictos auditivos” intra uterinos pueden ser causados por música ensordecedora, máquinas de cortar césped, máquinas ruidosas como herramientas perforadoras sostenidas cerca del vientre, ruido constante de la calle particularmente camiones, motocicletas y carreras de autos, o ruido de sierras o martillos neumáticos, como en el caso de Anna. Gritos y alaridos en el ambiente inmediato pueden también provocar el conflicto. En el útero, cualquiera de esos sonidos es percibido particularmente fuerte porque el fluido en el saco amniótico es conduce mejor el sonido que el aire.
Naturalmente, cada niño es diferente, y es por eso que los sonidos altos no causan automáticamente “conflictos auditivos” u otro tipo de conflicto per se en cada niño aún no nacido. Algunos son más sensibles que otros. No obstante, si ocurriera un conflicto, la experiencia subjetiva determina qué síntomas se manifiestan como resultado del choque particular. Esto explica por qué cada niño con síndrome de Down tiene su propia serie de síntomas.
La investigación del desarrollo fetal deja pocas dudas sobre el hecho que durante la gestación el feto siente y se comporta de una manera nada diferente a la de un recién nacido. Esto incluye la respuesta del feto al ruido. Las mujeres embarazadas muy a menudo sienten movimientos bruscos o patadas del feto luego de escuchar un ruido alto, como un portazo por ejemplo. Entonces, el sonido que el feto escucha en el útero durante procedimientos de ultrasonido podría ser más dañino de lo que creemos. El Dr. Fatemi del Laboratorio de Investigación de Ultrasonido de la Fundación Mayo en Rochester, Minnesota, descubrió que durante los exámenes de ultrasonido, los “ fetos en realidad están en un estado agitado debido a los ruidos fuertes que escuchan”, y que "las vibraciones de ultrasonido suenan como tonos altos de piano, casi al mismo volumen que un tren subterráneo cuando se aproxima " (Ultra Hearing Fetus ACF NEWSOURCE).
Como convencionalmente se asume que después de los 35 años aumenta marcadamente el riesgo en una mujer para tener un hijo con "síndrome de Down", las madres de mayor edad tienden a someterse a más exámenes de ultrasonido que las mujeres más jóvenes. Procedimientos de ultrasonido repetitivos podrían ser la verdadera razón por la cual las mujeres de este grupo etario son más propensas a dar a luz a niños con síndrome de Down.
Junto con conflictos auditivos, un feto puede sufrir uno o varios conflictos biológicos adicionales.
Por ejemplo:
Conflictos Motores. El feto puede percibir ruidos fuertes, incluyendo el ruido de ultrasonido, como una amenaza, experimentada como “no poder escapar” y “sentirse atrapado”, resultando en atrofia muscular y parálisis motora. Anna, por ejemplo, tenía una manera de andar torpe y a menudo se caía, debido a la parálisis parcial de ambas piernas.
Conflicto de separación. Como en la gestación, un bebe no nacido es incapaz de diferenciar entre ruidos “inofensivos”, como lo son las sierras de cadena o los martillos neumáticos, y ruidos que representan un peligro potencial para sí mismo o para su madre, el feto puede sufrir un miedo extremo a la separación de su madre, particularmente cuando el ruido insoportable ahoga al sonido reconfortante del latido del corazón de ella. Conflictos de separación abarcan tanto el periostio (piel que recubre los huesos) causando parálisis sensorial (entumecimiento) en el sitio donde la separación fue experimentada, o en la epidermis, resultando en neurodermatitis y otros desórdenes de la piel.
Conflictos existenciales que abarcan los túbulos colectores de riñón y los nervios que controlan los músculos de los ojos. Los últimos ocasionan que el/los ojo(s) se desvíe(n) lateralmente. Esta es la razón por la que Anna nació con esotropia estrábica (strabismus extropia), su ojo izquierdo tendiendo a tirar hacia fuera.
Conflictos de miedo que afectan los bronquios o la laringe, incluyendo el centro del habla que controla la habilidad para hablar.
Si el cordón umbilical está enrollado alrededor del cuello, el bebe puede sufrir un “miedo a la sofocación”. Este tipo específico de conflicto abarca las células caliciformes de los bronquios. En embriología, las células caliciformes son consideradas como células intestinales residuales. Durante el crecimiento y desarrollo del sistema respiratorio, las células de los alvéolos pulmonares (endodérmicas), creadas para procesar oxígeno, se forman a partir de las células endodérmicas de la mucosa intestinal. La función de las células caliciformes es producir fluido en los bronquios, equivalente a la producción de jugos digestivos en los intestinos. Así como las células intestinales proliferan con el conflicto biológico relacionado con un "bocado de comida", los islotes de células caliciformes aumentan inmediatamente en número en respuesta al choque de no recibir suficiente aire. El propósito biológico de las células caliciformes adicionales es aumentar la producción de fluido en los bronquios de manera que el “bocado de aire” sea “digerido” más rápidamente. Durante la fase de curación, las células caliciformes son degradadas con la con la ayuda de Bacteria TB. Sin embargo, si el proceso de curación es continuamente interrumpido por recaídas, esto causa mucoviscidosis en los bronquios o también llamada fibrosis quística. Lo mismo puede ocurrir cuando el cordón umblical es cortado muy pronto, porque los pulmones del recién nacido necesitan un cierto tiempo para acostumbrarse a respirar independientemente.
Un conflicto común causado por un parto dificultoso o por la manera en que el recién nacido es tratado es un conflicto de enojo territorial, abarcando los conductos biliares del hígado con hepatitis en la fase de curación.
GNM EN LA PRÁCTICA
"Dr. Hamer": "En la "Nueva Medicina Germánica", tenemos un entendimiento muy claro acerca de como tratar los conflictos biológicos. Sin embargo, durante mis 40 años de médico, he visto cientos de niños con síndrome de Down. De ningún modo estoy sugiriendo que tratar a un niño con síndrome de Down sea una tarea sencilla. También tenemos que tomar en cuenta que la terapia requiere, en primer lugar, el trabajo en equipo de toda la familia, particularmente de la madre. Tampoco sabemos todavía qué síntomas son reversibles y cuales no. Pero por lo menos ahora sabemos por donde empezar, aunque todavía quede mucho trabajo por delante (tanto para la familia como para el terapeuta asistente) para poder lograr que esa “personita” vuelva al camino correcto. Por un lado, esto parece casi imposible. Por otro lado, la esperanza bien fundada en que ahora hay una terapia real disponible y que el síndrome de Down ya no tiene que ser considerado como “incurable”, puede dar inmenso poder a la familia." (Vermächtnis einer Neuen Medizin)
Para ayudar a Anna a resolver sus conflictos auditivos, los padres hicieron todo el esfuerzo para aislarla de todos los ruidos fuertes en su ambiente inmediato, particularmente de los chirridos de las sierras circulares. Esto fue verdaderamente un desafío para su padre, cuyo trabajo como constructor de órganos requería el uso de sierras.
Los padres recibieron su merecida recompensa. En pocos meses, el desarrollo mental y físico de Anna mejoró tremendamente. Creció 10 cm., caminaba normalmente, podía hablar frases completas y su miedo a ruidos fuertes desapareció. Comenzó a ir al jardín de infantes donde se integró completamente como una “niña” normal.
Hasta ese momento, una recuperación extraordinaria había sido considerada imposible. Para los padres de Anna fue una validación al 100% de la precisión de los descubrimientos del Dr. Hamer.
Trisomía 21
Como todos los niños con "Síndrome de Down "tienen un tercer cromosoma adjunto a la pareja de genes nº 21, los investigadores médicos concluyeron que el cromosoma 21 adicional era la causa del "síndrome de Down y el responsable por sus síntomas definidos. El tipo más común es la llamada “Trisomía 21 libre” en el que cada célula en la persona con síndrome de Down contiene 47 cromosomas en vez de 46. Anna había sido diagnosticada con este tipo de cromosoma".
En el otoño del 2009 la traducción al inglés de un artículo acerca de la historia de Anna publicado en la revista suiza Zeitenschrift fue difundido en esta página web. Poco tiempo después, nos contactamos con la madre de Anna para solicitar una actualización acerca del bienestar de Anna, preguntando particularmente si alguno de los estudios de seguimiento había revelado el estado de la trisomía 21. El 19 de octubre del 2009 recibimos, con mucha gratitud, una respuesta.
Debajo se encuentra un extracto de la carta. Para proteger a la familia no revelaremos el nombre de la madre de Anna.
¡Esto es revolucionario! El hecho que Anna haya mejorado tan sorprendentemente aunque aún tenga el tercer cromosoma 21 es una fuerte señal que los verdaderos síntomas del síndrome de Down no son causados por la trisomía 21 sino por conflictos biológicos experimentados antes de nacer. Muestra, sobre todo, que los síntomas del Down son reversibles si se le da la oportunidad de curar a los conflictos relacionados.
"Dr Hamer
Basado en su investigación exhaustiva, el" Dr. Hamer "ha establecido que los síntomas del síndrome de Down resultan de choques de conflictos biológicos sufridos por el feto durante el transcurso de su desarrollo embrionario, específicamente durante el primer trimestre del embarazo.
En la psique humana, los "conflictos auditivos" se correlacionan con códigos biológicos antiguos señalando peligros o amenazas potenciales. Durante el embarazo un feto puede sufrir conflictos biológicos tanto como un recién nacido, un bebe, un niño o un adulto. “Conflictos auditivos” intra uterinos pueden ser causados por música ensordecedora, máquinas de cortar césped, máquinas ruidosas como herramientas perforadoras sostenidas cerca del vientre, ruido constante de la calle particularmente camiones, motocicletas y carreras de autos, o ruido de sierras o martillos neumáticos, como en el caso de Anna. Gritos y alaridos en el ambiente inmediato pueden también provocar el conflicto. En el útero, cualquiera de esos sonidos es percibido particularmente fuerte porque el fluido en el saco amniótico es conduce mejor el sonido que el aire.
Naturalmente, cada niño es diferente, y es por eso que los sonidos altos no causan automáticamente “conflictos auditivos” u otro tipo de conflicto per se en cada niño aún no nacido. Algunos son más sensibles que otros. No obstante, si ocurriera un conflicto, la experiencia subjetiva determina qué síntomas se manifiestan como resultado del choque particular. Esto explica por qué cada niño con síndrome de Down tiene su propia serie de síntomas.
La investigación del desarrollo fetal deja pocas dudas sobre el hecho que durante la gestación el feto siente y se comporta de una manera nada diferente a la de un recién nacido. Esto incluye la respuesta del feto al ruido. Las mujeres embarazadas muy a menudo sienten movimientos bruscos o patadas del feto luego de escuchar un ruido alto, como un portazo por ejemplo. Entonces, el sonido que el feto escucha en el útero durante procedimientos de ultrasonido podría ser más dañino de lo que creemos. El Dr. Fatemi del Laboratorio de Investigación de Ultrasonido de la Fundación Mayo en Rochester, Minnesota, descubrió que durante los exámenes de ultrasonido, los “ fetos en realidad están en un estado agitado debido a los ruidos fuertes que escuchan”, y que "las vibraciones de ultrasonido suenan como tonos altos de piano, casi al mismo volumen que un tren subterráneo cuando se aproxima " (Ultra Hearing Fetus ACF NEWSOURCE).
Como convencionalmente se asume que después de los 35 años aumenta marcadamente el riesgo en una mujer para tener un hijo con "síndrome de Down", las madres de mayor edad tienden a someterse a más exámenes de ultrasonido que las mujeres más jóvenes. Procedimientos de ultrasonido repetitivos podrían ser la verdadera razón por la cual las mujeres de este grupo etario son más propensas a dar a luz a niños con síndrome de Down.
Junto con conflictos auditivos, un feto puede sufrir uno o varios conflictos biológicos adicionales.
Por ejemplo:
Conflictos Motores. El feto puede percibir ruidos fuertes, incluyendo el ruido de ultrasonido, como una amenaza, experimentada como “no poder escapar” y “sentirse atrapado”, resultando en atrofia muscular y parálisis motora. Anna, por ejemplo, tenía una manera de andar torpe y a menudo se caía, debido a la parálisis parcial de ambas piernas.
Conflicto de separación. Como en la gestación, un bebe no nacido es incapaz de diferenciar entre ruidos “inofensivos”, como lo son las sierras de cadena o los martillos neumáticos, y ruidos que representan un peligro potencial para sí mismo o para su madre, el feto puede sufrir un miedo extremo a la separación de su madre, particularmente cuando el ruido insoportable ahoga al sonido reconfortante del latido del corazón de ella. Conflictos de separación abarcan tanto el periostio (piel que recubre los huesos) causando parálisis sensorial (entumecimiento) en el sitio donde la separación fue experimentada, o en la epidermis, resultando en neurodermatitis y otros desórdenes de la piel.
Conflictos existenciales que abarcan los túbulos colectores de riñón y los nervios que controlan los músculos de los ojos. Los últimos ocasionan que el/los ojo(s) se desvíe(n) lateralmente. Esta es la razón por la que Anna nació con esotropia estrábica (strabismus extropia), su ojo izquierdo tendiendo a tirar hacia fuera.
Conflictos de miedo que afectan los bronquios o la laringe, incluyendo el centro del habla que controla la habilidad para hablar.
Si el cordón umbilical está enrollado alrededor del cuello, el bebe puede sufrir un “miedo a la sofocación”. Este tipo específico de conflicto abarca las células caliciformes de los bronquios. En embriología, las células caliciformes son consideradas como células intestinales residuales. Durante el crecimiento y desarrollo del sistema respiratorio, las células de los alvéolos pulmonares (endodérmicas), creadas para procesar oxígeno, se forman a partir de las células endodérmicas de la mucosa intestinal. La función de las células caliciformes es producir fluido en los bronquios, equivalente a la producción de jugos digestivos en los intestinos. Así como las células intestinales proliferan con el conflicto biológico relacionado con un "bocado de comida", los islotes de células caliciformes aumentan inmediatamente en número en respuesta al choque de no recibir suficiente aire. El propósito biológico de las células caliciformes adicionales es aumentar la producción de fluido en los bronquios de manera que el “bocado de aire” sea “digerido” más rápidamente. Durante la fase de curación, las células caliciformes son degradadas con la con la ayuda de Bacteria TB. Sin embargo, si el proceso de curación es continuamente interrumpido por recaídas, esto causa mucoviscidosis en los bronquios o también llamada fibrosis quística. Lo mismo puede ocurrir cuando el cordón umblical es cortado muy pronto, porque los pulmones del recién nacido necesitan un cierto tiempo para acostumbrarse a respirar independientemente.
Un conflicto común causado por un parto dificultoso o por la manera en que el recién nacido es tratado es un conflicto de enojo territorial, abarcando los conductos biliares del hígado con hepatitis en la fase de curación.
GNM EN LA PRÁCTICA
"Dr. Hamer": "En la "Nueva Medicina Germánica", tenemos un entendimiento muy claro acerca de como tratar los conflictos biológicos. Sin embargo, durante mis 40 años de médico, he visto cientos de niños con síndrome de Down. De ningún modo estoy sugiriendo que tratar a un niño con síndrome de Down sea una tarea sencilla. También tenemos que tomar en cuenta que la terapia requiere, en primer lugar, el trabajo en equipo de toda la familia, particularmente de la madre. Tampoco sabemos todavía qué síntomas son reversibles y cuales no. Pero por lo menos ahora sabemos por donde empezar, aunque todavía quede mucho trabajo por delante (tanto para la familia como para el terapeuta asistente) para poder lograr que esa “personita” vuelva al camino correcto. Por un lado, esto parece casi imposible. Por otro lado, la esperanza bien fundada en que ahora hay una terapia real disponible y que el síndrome de Down ya no tiene que ser considerado como “incurable”, puede dar inmenso poder a la familia." (Vermächtnis einer Neuen Medizin)
Para ayudar a Anna a resolver sus conflictos auditivos, los padres hicieron todo el esfuerzo para aislarla de todos los ruidos fuertes en su ambiente inmediato, particularmente de los chirridos de las sierras circulares. Esto fue verdaderamente un desafío para su padre, cuyo trabajo como constructor de órganos requería el uso de sierras.
Los padres recibieron su merecida recompensa. En pocos meses, el desarrollo mental y físico de Anna mejoró tremendamente. Creció 10 cm., caminaba normalmente, podía hablar frases completas y su miedo a ruidos fuertes desapareció. Comenzó a ir al jardín de infantes donde se integró completamente como una “niña” normal.
Hasta ese momento, una recuperación extraordinaria había sido considerada imposible. Para los padres de Anna fue una validación al 100% de la precisión de los descubrimientos del Dr. Hamer.
Trisomía 21
Como todos los niños con "Síndrome de Down "tienen un tercer cromosoma adjunto a la pareja de genes nº 21, los investigadores médicos concluyeron que el cromosoma 21 adicional era la causa del "síndrome de Down y el responsable por sus síntomas definidos. El tipo más común es la llamada “Trisomía 21 libre” en el que cada célula en la persona con síndrome de Down contiene 47 cromosomas en vez de 46. Anna había sido diagnosticada con este tipo de cromosoma".
En el otoño del 2009 la traducción al inglés de un artículo acerca de la historia de Anna publicado en la revista suiza Zeitenschrift fue difundido en esta página web. Poco tiempo después, nos contactamos con la madre de Anna para solicitar una actualización acerca del bienestar de Anna, preguntando particularmente si alguno de los estudios de seguimiento había revelado el estado de la trisomía 21. El 19 de octubre del 2009 recibimos, con mucha gratitud, una respuesta.
Debajo se encuentra un extracto de la carta. Para proteger a la familia no revelaremos el nombre de la madre de Anna.
¡Esto es revolucionario! El hecho que Anna haya mejorado tan sorprendentemente aunque aún tenga el tercer cromosoma 21 es una fuerte señal que los verdaderos síntomas del síndrome de Down no son causados por la trisomía 21 sino por conflictos biológicos experimentados antes de nacer. Muestra, sobre todo, que los síntomas del Down son reversibles si se le da la oportunidad de curar a los conflictos relacionados.
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